jueves, 18 de octubre de 2007

Eran otros tiempos, era el otro el enganche...

Memorable partido de la época en la que Argentina le ganaba a Brasil, costumbre que en los últimos tres juegos se perdió, cayendo por goleadas humillantes (casualidad o no, en esta racha negativa siempre jugó el mismo enganche apático).

Este partido fue Argentina 2- Brasil 1, en el que con un blooper Brasil se puso en ventaje apenas empezado el encuentro. Así, Argentina se perdió en una confusión total, hasta que el Loco Bielsa mando a la cancha al Muñeco, que se enganchó y con su panorama condujo a la Selección a la victoria en el clásico, incluso metiendo un gol ¡de cabeza!

Nota del Diario Olé de aquel día:


El Muñecazo


Gallardo mostró que lo esencial se puede ver: cuando entró por Aimar, a los 19 del segundo tiempo, la Selección tuvo el conductor que le faltó por ausencia de Verón.


Los minutos pasaban. Y Aimar se consumía en el caldo que hervía en la cazuela de la mitad de la cancha compuesta por Eduardo Costa, Mauro Silva, Rivaldo, Roberto Carlos y Marcelinho Paraíba. La Argentina no tenía conducción, bah seguía sin una brújula que orientara las voluntades y los músculos.

En un costado de la platea San Martín, una bandera con la inscripción "Hay una Bruja" recordaba, por el opuesto, que el gran ausente de la velada era Juan Sebastián Verón.

Ni el Kily, un carrilero picante, más Pablito Aimar, un media punta en recta hacia el arco, habían podido reemplazar lo que tan bien hace la Brujita del Manchester. Esa pausa con toquecitos laterales, ésos puñales profundos que se clavan a las espaldas de los marcadores, aquéllos balinazos con gol desde 30 ó 40 metros y aquellas asistencias de la que pueden dar fe Crespo y Batistuta.

Hasta que Bielsa dijo Gallardo por Aimar, y el Muñeco, un armador tradicional, un pasador con criterio, un generoso que vive mirándoles las piernas hábiles a los definidores, le dio al equipo las ideas claras para ganar.Tocar y pasar. Apenas entró, Gallardo se tiró hacia la derecha, cerca de Zanetti y Ortega. Desde esa zona armó un circuito de ataque que consistió en tocar preciso y pasar a otra posición, lo que sirve para distraer o atraer una marca.

Su presencia sumó mucho por lo que aportó individualmente pero, también, porque Zanetti y Ortega encontraron metros de libertad que antes les habían faltado.

Lo que nadie tenía en los planes (por eso el fútbol es un juego fantástico), lo imprevisible se produjo 12 minutos después de que Gallardo pisara el campo del Monumental. Ortega fue el lanzador y el Muñeco, en posición de delantero central, la empujó para 1-1. El, justo él, que tiene en el pase su virtud fundamental, se disfrazó de receptor y gritó uno de los goles más importantes de su vida.

Con eso, una par de pisadas para apaciguar el apuro brasileño de última y la libertad que supo conseguir con movilidad, el ex armador de River ratificó que su presencia en el Mundial no debería correr riesgos.Bielsa, teléfono.

El partido de anoche demostró una vez más que todo equipo, incluidos los de Bielsa, necesitan, casi a nivel de dependencia, de cerebros como Verón y/o Gallardo. Que un carrilero se puede armar con tiempo, que un líbero se consigue, que un volante tapón puede ser más o menos agresivo...en fin. Pero que los conductores, como los goleadores, son especialistas. Porque dar una asistencia perfecta es como hacer un gol de vez en cuando.

Más o menos lo pueden realizar varios. La función de Verón/Gallardo es como la especialización de Batistuta/Crespo. Y está claro que para armar a esta Selección, si falta Verón debe estar Gallardo. ¿Y por qué no los dos juntos?


miércoles, 17 de octubre de 2007

"¿River? No cierro ningún capítulo"


Buscando sumar notas con motivo de la moda del Mundial de Rugby, el diario Clarin juntó a Marcelo Gallardo y a Juan Martin Hernandez. En la charla, el Muñeco tiró algunos conceptos interesantes:




"¿River? No cierro ningún capítulo"


Marcelo, ¿lo seguís a River?

-Lo vi muy pocos partidos. Acá mucho no pasan fútbol argentino y en la casa de un amigo a veces vemos lo poco que transmiten en el cable español.

-¿Qué opinás de la campaña en el Torneo Apertura?

-Lo sorpresivo es que no pudo mantener lo bueno que hizo en algunos partidos de local y que haya tenido tantos altibajos. Eso hace que sea inestable y que no esté de lleno metido en la pelea.

-Pero el domingo le ganó claramente a Boca.

-Espero que ese triunfo sea un gran golpe anímico. Creo que lo va a ser y que la mayoría de estos jugadores realmente necesitaban un golpe de confianza para poder soltarse del todo y sacarse muchas cosas que tenían encima.

-¿River es un capítulo cerrado?

-No cierro ningún capítulo. Simplemente hoy es muy difícil volver y nada más. Sólo eso.

-¿Y la Selección?

-No, la Selección fue algo muy lindo que viví mientras lo tuve y hoy estoy demasiado lejos. Lo único que me importa es tratar de jugar en el lugar en el que estoy, tratar de mantenerme en un buen nivel para poder quedarme acá y seguir teniendo esa cosa de sentirme un jugador importante dentro de un grupo. Soy uno de los primeros hinchas a la hora de ver al seleccionado, pero...

-¿No te da nostalgia cuando ves a Argentina por televisión?

-Para nada. Siento la nostalgia normal por haber sido partícipe del equipo en muchos momentos pero no me falta la Selección.

-¿Cómo ves al equipo de cara a las Eliminatorias?

-Se va a clasificar sin muchos problemas porque hay jugadores para hacerlo.

-¿Y quién debe ser el 10 de Argentina?-Hasta ahora quien rindió ahí fue Riquelme. A mí me gusta Riquelme: cada vez que jugó lo hizo muy bien pero no llegar al objetivo siempre opaca todo lo bueno que vos hiciste antes. Y eso es lo que pasó en los últimos años tanto en el Mundial como en la Copa America.

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Entrevista a Gallardo y Hernandez:


Qué hacés, monstruo? ¿Cómo andás? Felicitaciones.

-Gracias, Marcelo. ¿Y vos, todo bien?


El monstruo es Juan Martín Hernández, el actual 10 del seleccionado de rugby, y Marcelo es Gallardo, el ex 10 del seleccionado de fútbol. Con ese saludo -el primero, pura timidez, le tendió la mano derecha pero el otro, más extrovertido, se le adelantó y le dio un abrazo con beso incluido-, el encuentro, pactado a las 5 de la tarde en Trocadero, ya tenía a ambos protagonistas en acción.La estrella de Los Pumas que brillan en el Mundial había llegado 20 minutos antes a la cita pactada por Clarín; el volante de Paris Saint Germain que hoy lucha por volver a tener el gran espacio que se ganó en el fútbol francés después de su paso de cuatro años por Mónaco, lo había hecho apenas cuatro minutos más tarde del horario convenido. Ambos se conocieron ahí, frente a la torre Eiffel y en uno de los lugares más emblemáticos de París, y aprovecharon para expresarse un reconocimiento mutuo. La charla quedó abierta, entonces. De 10 a 10 y a puro rugby y fútbol."Me gusta el rugby y me gusta ver a Los Pumas porque más que nada soy hincha de la Selección. Aunque en realidad soy hincha del deporte argentino y soy de esos tipos que cuando hay un argentino compitiendo por ahí me prendo a verlo y me gusta que le vaya bien. Así que Los Pumas no son la excepción", arrancó Gallardo.

-Pero como hizo Ariel Ortega, ¿vos jugaste al rugby?

-El dice que jugó, pero ¿con qué jugaba en Jujuy? ¿Con las piedras? Ja, ja, ja... No, yo no lo jugué pero entiendo bastante y ya veía a Los Pumas cuando tenía 8 o 9 años y jugaba Hugo Porta, que con el tiempo tuve la oportunidad de conocer y es una gran persona. Después, acá en Francia, donde el rugby se vive muchísimo, me prendí definitivamente."

¿Nos fuiste a ver?", le preguntó Hernández. "Sí, contra Irlanda y Escocia, con la camiseta argentina y todo. Contra Francia los vi por televisión en casa, rodeado de amigos franceses. Estuvo bueno porque fue caliente sobre todo porque ellos creían que nos iban a pasar por arriba"."A mí el rugby me hizo más duro", comentó enseguida Hernández. "Calculo que estar todo el día con la pelota les permite a los futbolistas jugar como lo hacen. Yo era un jugador normal, pero ahora no sé si puedo parar una pelota. En los picados del colegio me gustaba jugar de 5".-Y sos de River-Sí. Iba mucho a la cancha con mi primo, el hijo de Patricio (se refiere a Hernández, ex volante de la Selección), en la época en la que River ganaba todo, con Passarella y Ramón Díaz. Y con Marcelo en la cancha, claro.

-Y en París, ¿te hiciste hincha de algún equipo? ¿Vas a ver fútbol?

-Pese a que el Parque de los Príncipes está a una cuadra de casa..."¿No me digas que somos vecinos? Entonces vivimos a unas diez cuadras", interrumpió Gallardo antes que Hernández continuara: "...te decía que no me hice hincha de nadie pero cuando no tenemos que jugar con Stade Francais, a veces puedo ir a la cancha a ver a Paris Saint Germain. Antes iba cuando jugaba Juampi Sorin y ahora porque lo hace él".

-Marcelo, ¿qué es lo que más te gusta de Los Pumas?

-Los huevos, el coraje, sobre todo el espíritu de combate que tienen. Aunque después de todos los problemas que pasaron en los últimos años, que hayan llegado a una instancia como ésta y que tengan el reconocimiento del mundo del rugby no sólo es una cuestión de huevos sino de espíritu de grupo. Eso es lo que uno ve de afuera, cuando es un espectador.

-Y a vos, Juan Martín, ¿qué es lo que más te seduce de los futbolistas de la Selección?

-Que siendo ellos super estrellas del mundo del fútbol, que es algo tan masivo, estén allí y den siempre lo máximo. Es lo mismo que hacemos nosotros: cuando entramos a la cancha damos todo por la celeste y blanca.

"A mí, por ejemplo, se me puso la piel de gallina el día de Francia-Argentina". Gallardo tomó otra vez la palabra y amplió: "Será porque cuando estás afuera te sentís más argentino, pero estuve al borde de que se me cayera una lágrima. Los mismos franceses que estaban conmigo mirando el partido no podían creer la manera en la que los muchachos cantaron el Himno, por ejemplo. A mí eso me llenó de emoción".

-Sabés que se habló mucho de ese tema y se armó una polémica absurda por la manera en la que cantan el Himno Los Pumas y los muchachos de la Selección de fútbol, ¿no?

-Mirá, lo único que te digo es que yo seguí mucho los partidos del Mundial y después de lo que mostraron Los Pumas en el primer Himno estoy seguro que los demás equipos hicieron propia esa manera de sentir.Una hora más tarde llegó el momento de la despedida, que vino con sorpresa. Es que Hernández debía volver a su casa pero Pichot, que lo tenía que llevar, ya se había ido. "Te llevo, Juan", fue la invitación de Gallardo. "Dale, buenísmo", respondió Hernández. Fue el último diálogo en Trocadero de ambos cracks. De 10 a 10, la siguieron en el auto rumbo a su barrio, el 16...

martes, 7 de agosto de 2007

¿Qué será de ti...?

Marcelo Gallardo atraviesa un momento complicado en el PSG. El Muñeco llegó al equipo francés en Enero de este año, pedido por el técnico Guy Lacombe, pero perdió la titularidad con la llegada del entrenador Paul LeGuen. En el club parisino, jugó 13 partidos y convirtió dos goles, y, en este receso, fue blanco de las declaraciones del DT LeGuen, quien afirmó que "si tiene temor de encontrarse en el banco de suplentes, que lo diga. Yo estoy abierto a cuatro o cinco bajas. Si hay ofertas, se las evaluará. Sobre esto, el Muñeco dijo: "no estoy enfadado, pero encuentro esto raro, me sorprende. Preferiría que me dijeran que no cuentan más conmigo".
Ante un posible foco de conflicto, el Muñeco estaría en la mira de varios clubes europeos: al supuesto interés del West Ham, ahora se sumaron el Manchester City inglés y el Torino italiano.
Como si LeGuan quisiera ayudar una posible desición del Muñeco, el sábado comenzó LeChampionet y Gallardo jugó apenas 9 minutos.

lunes, 30 de julio de 2007

Gallardo tapa de Olé


El Muñeco es la tapa del Diario Olé de la edicióndel Martes 31 de Julio:
"Que River ya juegue con enganche me sorprende"
El Muñeco no lo dice pero siente que ganó una batalla personal. "Está claro que los cambios no dieron resultado", explica con firmeza y sin mencionar la palabra Passarella.
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Apenas pasaron siete meses desde que Marcelo Gallardo dio por terminada su segunda etapa en River. Es contundente al recordarlo. "Yo no pensaba irme, por eso había rechazado otras propuestas. Las deseché para quedarme en el club. Más allá de las desilusiones deportivas, nunca se me pasó por la cabeza volverme. Aunque después del semestre anterior, hablé con el técnico y me comentó que había decidido jugar sin enganche. Ahí se me presentó lo del Paris Saint Germain. Estaba justo para irme. Por eso me fui, lo del cambio de sistema tuvo mucho que ver, también que fue muy buena la oferta que recibí".
No lo altera relatar aquella experiencia, siempre sin mencionar a Passarella, por lo menos en su diálogo con Ole. Sí demuestra con el tono que quiere ratificar lo que pasó y cómo pasó. Y la historia cambió mucho. Porque tras ese lapso sin ningún éxito desde el adiós del Muñeco, el Kaiser (padrino de uno de los hijos de Marcelo) dio marcha atrás en una de sus intenciones y piensa volver a usar un enganche.
-¿Volviste a hablar con Passarella?
-No, nada. Hablaba cuando estaba allá.
-¿Y cómo terminaste con él?
-Ni bien ni mal... O sea, de manera correcta, nada más que eso. En realidad, como fue mi relación con él durante todo ese año: la que hay entre un técnico y un jugador profesional.
-Y ahora, a la distancia, ¿te llama la atención que River haya contratado a Peralta para el puesto?
-No es que no me llame la atención. Después que yo me fui sabiendo que el sistema iba a cambiar, me sorprende que River ya juegue con enganche. Aunque son cuestiones particulares que no me involucran para nada. En lo personal, lo que quieran hacer ahora no me afecta en lo más mínimo. Yo ya viví algo en un momento. Listo. Sí me pone contento que jueguen con enganche, porque hay jugadores de esa características y River siempre jugó de esa manera. Y está claro que los cambios que se quisieron hacer en todo este tiempo no dieron los resultados esperados. Y bueno... Ahora veremos lo que pasa. Obviamente...
-¿Sabés que en un amistoso ante la CAI, Passarella puso de enganche a Buonanotte y el pibe metió dos goles?
-¡Buonanotte! No me lo hubiera imaginado. Mirá qué bien. Mejor para todos. Por ahí, él tiene la posibilidad de jugar, es una buena chance para el pibito.
-Y hoy por hoy, ¿vos imaginás una tercera etapa en River?
-(...) Yo nunca digo que no, porque realmente no sé qué puede pasar. No cierro ninguna puerta, veremos qué ocurre.
-¿Tu vínculo con el PSG sería un obstáculo fuerte para volver?
-Tengo dos años más de contrato, pero pasan tantas cosas que... qué sé yo, tengo que vivir los momentos. Aunque no sé, acá vivo bien, tranquilo, de otra manera, la voy peleando. Todo depende de mis estados de ánimo. Ultimamente vivo de eso y de lo que me plazca. Siempre lo tomo con seriedad, pero nunca digo nunca. En una de ésas, mañana mismo me vuelvo a la Argentina.
-¿Y a jugar en qué equipo?
-No lo sé.
-En la Argentina resulta difícil imaginarte con una camiseta que no sea la de River...
-Pero habrá que ver. Como te decía, nunca digo nunca...
-Te fuiste de River por el cambio de sistema, pero en el PSG no lograste mucha continuidad, terminaste en el banco la Liga pasada...
-Es que tuve un semestre difícil, llegué sin pretemporada, pedido por un técnico (Lacombe) que a los diez días se fue del club. Así salí a jugar. Aguanté hasta donde pude, después el equipo tuvo una situación difícil y cayó en zona de descenso. Lo tomé como un tiempo de transición, ahora hice una buena preparación, solamente me perjudicó una gastroenterocolitis, y espero tener más presencia que en los últimos tres meses.
-Tu actual técnico, Paul Le Guen, tampoco te pone de enganche. En el amistoso ante el Valencia, que el PSG jugó con mayoría de suplentes, fuiste volante por izquierda, como en tu etapa en el Monaco...
-Juego exactamente con menos libertades de las que me daba Claude Puel (NdeR: su DT en el Monaco) y en el mismo esquema. Cumplo con lo que me piden, aunque trato de no perder toda la libertad para sumarme a otros puestos del ataque. Lo que busco es adaptarme de la mejor manera posible. Pero sí, es diferente...
La sensación es que, en el PSG, Marcelo deberá pelearla más que en River. Esto se desprende de una nota que le dio Le Guen al diario L''equipe. "Yo cuento con Gallardo. Pero si tiene temor de encontrarse en el banco de suplentes, que lo diga. Yo estoy abierto a cuatro o cinco bajas. Si hay ofertas, se las evaluará. Y algunos futbolistas corren el riesgo de tener que irse", dijo el técnico. Clarito: si con Passarella la tenía difícil, tampoco le es fácil en Le Championnat.
-¿A Le Guen le planteaste alguna cuestión?
-No, hablé y me dijo que la tengo que pelear, que estoy igual que los demás. Nada más que eso. Después veré cómo sigue todo. El próximo fin de semana empieza el torneo local y si no tengo mucho tiempo de juego analizaré qué hacer. Esperemos...
-En River siempre peleaste para ser campeón y en Francia el Lyon lleva seis años de dominio absoluto. ¿Eso no te lo planteaste antes de dejar Núñez?
-Es que yo había perdido de vista lo que era el torneo francés, y al llegar acá recuperé lo que había perdido. Lo del dominio del Lyon es verdad y pesa bastante, eso habla del bajo nivel de los demás. El Lyon creció y se mantuvo en alta competencia junto con los demás grandes de Europa, y en el fútbol francés es difícil la transición. Ahora se juega mucho menos que cuando estuve en el Monaco (NdeR: fue campeón y figura en su primera temporada, 99/00). Se convirtió en un fútbol mucho más físico, más táctico... Y los equipos no saben cómo darle pelea al Lyon.
-¿Pero no te jodió pasar de River a un equipo que peleó por no descender?
-... Pero ya está, esto es así, me tengo que acostumbrar a algo a lo que no estaba acostumbrado. Además, estoy en un muy buen lugar y en un muy buen club, que podría estar mucho mejor porque tiene todo para ser un grande de Europa y todavía no lo logró. Así que la expectativa siempre está.
-¿Ahora el PSG te da otra esperanza?-¿Esperanza? Sí, es un equipo grande, aunque todo depende de las aspiraciones del club. Lo que no se quiere es evitar lo que se vivió en la temporada pasada. No sé si la expectativa es pelear el campeonato. Y sabemos que en el PSG no tenemos el mejor plantel.

viernes, 27 de julio de 2007

Te estan buscando, Muñeco

El Muñeco en el vesturario del PSG.
¿Se repetirá esta escena?


Mientras el llamado "Tevezgate" arde con acusaciones cruzadas y demás, por el lado del WestHam se piensa más allá de las circunstancias: si, como todo parece indicar, finalmente Tevez ficha para el Manchester United, los Hammer se ilusionan con su reemplazante: el nombre que se filtró es el de Marcelo Gallardo.

El idolo millonario actualmente es suplente en el PSG que dirige Guy Lacombe, técnico que le quitó al Muñeco la titularidad que éste había obtenido ni bien llegó a Francia. Desde el West Ham verían con buenos ojos la llegada de Gallardo especialmente en el aspecto económico, ya que el jugador no tiene inconvenientes con respecto a la propiedad de su pase, a diferencia de Tevez. Y futbolisticamente, desde el entorno del presidente Eggert Magnusson se acepta que es uno de los objetivos.

Desde el lado del PSG, el jugador tiene contrato hasta Julio de 2009, tiene 31 años y no son demasiadas las posibilidades de que el club saque dinero por él. Eso, sumado a que no es titular y el DT no se opondría a que sea cedido, facilitarían, eventualmente, su salida del club galo.

La gran incognita es la postura de Gallardo, ya que, por un lado, aceptar la oferta del West Ham sería ir a un equipo inferior, de una categoría menor en la que debería pelear el descenso, aunque seguramente su sueldo no se vea afectado. Pero por otro lado, en el club ingles tendría practicamente asegurada la titularidad, debido a la enorme diferencia de calidad entre él y los ex compañeros de Mascherano.

Habra que esperar para ver si todo queda en la nada o va tomando forma.


Fuente: Diario ingles The Sun

lunes, 16 de julio de 2007

Astrada: "No es serio ilusionar al hincha con el nombre de Gallardo"

Durante el receso de invierno se echó a correr el rumor de que Leonardo Astrada estaba intentando convencer a Marcelo Gallardo para que se sume a Colón, equipo que actualmente dirige el Negro. En el regreso a las prácticas del Sabalero, el DT se refirió, obvio, al tema:

Palabra de Leo Astrada, técnico de Colón de Santa Fe:

"Escuché el rumor del tema de Marcelo... que yo lo había hablado. Estuve con él compartiendo el casamiento de Mascherano y me parece una falta de respeto ilusionar al hincha de Colón con el nombre de Gallardo. Cuando se fue de River, dijo que estaba cansado de las presiones de Argentina. Está en Europa, que es otro mundo. Además, si yo no conozco la realidad económica de Colón, cómo voy a hablar con Gallardo para que venga a Santa Fe. Si estamos hablando con el presidente todos los días, como pasa con la mayoría de los clubes de la Argentina, que Colón seguramente necesita vender para comprar".

Fuente: Diario el Litoral de Santa Fe.

martes, 3 de julio de 2007

Gallardo (y este blog) por la Web

En la web, existe un página llamada CelebrityZ, que es básciamente un buscador de links sobre personalidades famosas. Pero increiblemente, contra lo que uno puede suponer, este sitio no se reduce a famosos del cine o la música, sino que incluye genios del deporte, como por ejemplo el querido Marcelo Gallardo. Y esto no es todo, ya que en http://www.celebrityz.org/marcelo-gallardo-pa1-16403.html, entre los mejores links sobre esta celebridad del deporte incluyen a este humilde blog. Vaya un gracias desde acá:

(click en la foto para agrandar)

Ah, cuando decimos "genios del fútbol" nos referimos a eso...por ese motivo no figuran, para esta página, determinados jugadores...

martes, 26 de junio de 2007

Archivos #4: Gallardo y los contextos


(Editorial de Walter Vargas a propósito del Banfield 4-River 1, cuando renunció Astrada.
Publicado por Olé el 29/8/05).

Lujambio, Gallardo y los contextos

De Banfield daría para hablar un rato largo. Se va Falcioni, se van Bilos, Barbosa, San Martín, Armenteros, Cervera (ya se había ido Palacio), algunos más, pero la estructura no se resiente y la nave marcha viento en popa.¿Misterios? Quién sabe.Como parte de la vida misma hay en el fútbol una cierta dosis de azar, cruces de imponderables que gestan alquimias potentes, pero acá se nota a la legua que lo que sobra es mucho tiempo de trabajo real, vocación solidaria, pasión, humildad.
Tal vez por ello resultó tan impactante el contraste de Banfield con River. Veamos, si no, el contexto en que se movieron Josemir Lujambio y el Muñeco Gallardo.
Si el delantero uruguayo (un genuino animal de área) pudo explotar su notable capacidad goleadora fue porque dispuso de un equipo capaz de estimularlo, de asistirlo, de arroparlo.
El Muñeco, en cambio, ofreció la conmovedora imagen de un talentoso en soledad, que siente profundamente la camiseta y vive cada derrota como el fracaso de una causa personal.No es que River haya jugado mal —que en rigor fue un espanto—, el gran dato de River es que amén de su pobreza técnica prevalecen el desgobierno táctico y la fragilidad anímica.
La renuncia de Astrada, en todo caso, es la confesión pública de tal acefalía.

miércoles, 13 de junio de 2007

Archivos #3: "Gallardo, el sobreviviente", por Juan Pablo Varsky




Gallardo, el sobreviviente

Juan Pablo Varsky Para La Nacion (Publicado por el diario La Nación el Lunes 15 de agosto de 2005


Cuando los hinchas de River repasan las formaciones de aquel espectacular modelo 96-97 se emocionan. Pero tras recordar goles y vueltas olímpicas viene la melancolía. Sólo un jugador queda de esos buenos y no tan viejos tiempos. Otros cumplen diferentes funciones en el club, como Astrada y Hernán Díaz. Pero dentro de la cancha sólo sobrevive Marcelo Gallardo. Hincha genuino, es un futbolista marca registrada, un producto artesanal de la casa.
El Muñeco no sólo nos recuerda cómo jugaba River, sino también cómo trabajaba en su escuela de talentos. La crisis en la fábrica, mucho más pendiente del envase que del contenido en los últimos tiempos, le costó el puesto a Rubén Rossi, que se va a Quilmes sin ningún intento de la dirigencia por retenerlo.
Gallardo sabe que éste es el año más difícil que le toca vivir en el club que ama. Ha quedado solo en la reconstrucción de un equipo que se reforzó con jugadores de la subestimada clase media futbolera. Loeschbor, Santana, San Martín y Galván llenan ese formulario: valiosos jugadores complementarios, menores de 27 años y 100 partidos en primera de promedio, aunque sin roce internacional. Acostumbrado a un modelo parecido al del anterior Real Madrid sobre la base de estrellas y productos caseros, esta nueva foto supone un ejercicio de adaptación para el mundo River, Gallardo incluido.
Siempre rodeado de grandes figuras, hoy sólo él sobresale asumiendo un doble rol: conductor del equipo y líder del vestuario. Su palabra tiene el máximo peso para sus compañeros y los medios, que lo han convertido en la referencia de este River. Tiene 29 años, 12 de primera división. Promovido por Passarella, también Daniel lo llevó al seleccionado, donde cargó con la mochila de ser el primer 10 de la era post-Maradona. Aquel penal errado en 1995 durante un amistoso contra Australia le hizo retroceder posiciones en la sucesión de Su Majestad. Titular en algunos partidos, fue suplente en los grandes campeonatos. En Francia 98, la rompió contra Croacia y en la eliminatoria para Corea-Japón marcó un gol muy festejado ante Brasil, pero en ambos mundiales terminó como actor de reparto, acaso sin merecerlo.
En River también le costó ganarse un lugar. Sólo tras la venta de Ortega a Valencia en el verano de 1997 se metió definitivamente en aquel gran equipo del intuitivo Ramón Díaz. En la temporada 1999-2000 llevó su estilo y su clase a la glamorosa Montecarlo.
Campeón en la primera temporada al mando de su fútbol arte, provocó una frase memorable de su compañero Sabri Lamouchi: “Le tirás una salchicha y te devuelve un bocado de caviar”. Así de bien le iba en Monaco hasta que Didier Deschamps asumió como entrenador y lo sacó de su hábitat natural. Lo mandó a la izquierda, a la derecha, de punta y hasta de segundo volante central. Aún enojado con el DT, Gallardo admitió que las mudanzas en la cancha lo habían enriquecido como futbolista.
En 2003, cumplió el sueño de volver. Más allá del título del Clausura 04 y de sus buenos partidos, por ahora el segundo ciclo está, individual y colectivamente, debajo de lo que todos esperaban. Las lesiones le quitaron ritmo y estado. La presión mental también hizo su trabajo con episodios de fácil arrepentimiento, como la expulsión y el arañazo a Abbondanzieri en la Bombonera. Agotado y estresado, pidió alargar sus últimas vacaciones.
El comienzo del Apertura mostró la clamorosa Gallardo-dependencia. Claro y goleador ante Tiro Federal, ayer perdió frescura y precisión tras un buen primer tiempo. Su poca participación en la segunda mitad expuso a sus compañeros en el peor River que haya visitado Jujuy. Fastidiado, discutió con un periodista y se descargó contra la cancha y el planteo del rival. Sabe que en este semestre se juega mucho más que cualquier compañero y que pocos apuestan por el éxito de su River, ahora más que nunca. Marcelo Gallardo acepta el desafío. Será gran responsable de cómo recuerden los hinchas a este equipo dentro de unos años.

Archivos #2: Entrevista a Gallardo cuando se fue de River: "Quedar afuera contra Boca me marcó"




(Entrevista publicada en el diario Olé el 02-01-2007)


El Muñeco Gallardo recibió el 2007 en un hotel parisino, lejos de su familia, en pleno invierno europeo y como flamante incorporación del Paris Saint Germain. Unas horas antes de volar hacia Francia, aceptó una charla íntima y a fondo con Olé en una esquina de la avenida del Libertador, en la zona norte. Gaseosa con hielo, melena recién recortada, y play...

—¿Te vas porque te hartó el fútbol argentino?

—Yo no soy suizo, eh. Estoy acostumbrado, nací en este medio e hice casi toda mi carrera acá. Permanentemente me hartan cosas que pasan, pero eso no quiere decir que no las pueda soportar. Yo lo soporté. Creo que algo bueno habré hecho para volver a Francia, no son boludos.

—¿Pudiste bancarte la exposición de ser el capitán de River?

—Para lo bueno y para lo malo. Y nunca me desvié de mi crítica, de estar cerca del equilibrio. Ni me creí todo lo bueno que decían ni me enganché en las pelotudeces que escuché. Estoy tranquilo con mi conciencia: actué siempre con buena leche y lealtad. Lealtad, eso es importante...

—¿Qué te dolió?
—Y... Reconozco que me equivoqué en algunas cosas y lo asumo, pero...

—¿Pero?

—Por tener temperamento fuerte. Manejar la adrenalina con la que vivís es difícil, y me habré equivocado, pero en cosas futbolísticas.

—¿Y extrafutbolísticas?

—No creo. Pude haberme recriminado alguna pequeña boludez, pero no me equivoqué en mi actuar. De afuera, dolió lo que pasó en el verano, por ejemplo.

—¿Lo que se generó tras la renuncia de Merlo?

—Mirá, si me hubiese quedado con los brazos cruzados, no diciéndole de frente a un tipo de que yo quería dar un paso al costado para no ser un estorbo por mi identificación futbolística... Si no hubiese actuado así, me habría mentido a mí y a todos. Fui de frente. Acá eso se ve mal. Después, cada uno se hace cargo de su manera de actuar en la vida.

—Cuando lo encaraste a Merlo, ¿esperabas que todo terminara así?

—No sé por qué se armó eso. Algunos tipos representativos de los medios fuertes dijeron "vamos a armar una novela de todo esto, ¿a quién atacamos?". Y me atacaron. Sí, me dolió. Pero lo otro es de cobardes: no decir la verdad.

—¿Lo decís por Merlo?

—Tranquilamente me podría haber quedado cruzado de brazos, total, perdemos, lo echan al técnico, y mientras yo juegue bien, me aplauden. Y si no, me putean. Pero no lo hice porque prefería dar un paso al costado y listo. Yo me iba a algún lado y cada uno seguía con su vida.—Pero la gente tomó partido y te insultó.

—¿La gente qué compra? Compra lo que un tipo dice por la radio, por TV, lo que lee. Mi manera de contestar era en la cancha.

—El discurso de Merlo es distinto al tuyo: queda como que lo echaste.

—Es el discurso que le hicieron creer a la gente, el otro involucrado y yo sabemos que es así. Mucha gente sabía cómo era la historia y no hizo nada. Ojo, también hubo cosas lindas.

—¿Como qué?

—Siempre salí adelante. Yo no fui un tocado por la varita mágica, viste, que toda mi carrera iba a ser perfecta. No. Me golpeé, salí, volví a golpearme, me paré. Esto me fortaleció mucho.

—¿En qué momento supiste que se había acabado tu etapa en River?

—Hace un mes dije que iba a evaluar una posibilidad, y la evalué. El partido que me marcó, que no esperaba quedarme afuera, fue contra Boca. Uno lo siente de manera especial. Yo lo viví desde otro lugar, por una decisión técnica que respeté y apoyé. Pero me dije: "Es un partido importante, voy a tomar conciencia de lo que se presenta de ahora en más". Pero en ningún momento me relajé. Yo me maté siempre.

—¿Consciencia de qué?—Y, me tocó quedar afuera de un partido con Boca, viste. Pero al otro día, hice borrón y cuenta nueva, me entrené y me fui a jugar a Brasil. Si hubiese tenido bajo rendimiento, no hubiera terminado jugando.

—¿Quedaste afuera del sistema sin enganche que pretende Passarella?

—Cuando te dicen que el sistema va a ser 4-4-2, yo me río porque se olvidan de que salí campeón en el Monaco jugando con ese sistema. Es respetable. Te puede gustar o no en el lugar en donde decidas ponerme, eso es otra cosa. Igual, en ningún momento me lo propusieron, ni me dijeron "voy a jugar así, quiero que juegues acá". No me dijeron nada.

—¿Entraste a la charla con Passarella dispuesto a despedirte o lo decidiste en la conversación?

—Lo tenía decidido. Pude irme en junio, pero me dijeron que me quedara porque iba a ser importante para lo que venía.

—¿Cómo fue tu relación con el DT, el padrino de uno de tus hijos?

—Siempre fue más profesional que humana. Daniel y Sabella me llevaron de la mano todos estos años y les voy a estar eternamente agradecido. Tras no verlo algunos años, nos encontramos esporádicamente. Cuando él volvió a River, hacía mucho tiempo que no lo veía. Hoy, el tiempo puso todo en su lugar y me río de los que decían que se había armado un complot para traerlo.

—A diferencia de Lux, ¿terminaste bien con él?

—Lo mínimo que tengo que tenerle a una persona es respeto. Más allá de cosas buenas y malas que hemos vivido, lo que tenía para decir, se lo dije a él. Podemos no estar de acuerdo en un montón de cosas, pero que no hacen que yo tenga que salir a ventilarlas públicamente. Se las dije a él.

—¿Y con Ortega?—Lo aprecio mucho, más allá de que no soy amigo-amigo de él. Somos dos personas totalmente diferentes, pero nos tenemos afecto y respeto. Me duele y entristece lo que le pasa. Desde el lugar que tenía, traté de estarle cerca, no mucho más. Ojalá que pueda salir, tiene buen corazón y se lo merece.

—¿Qué le faltó a River para ser campeón?

—¡Resultados! Vos sabés mucho de muchas cosas, pero cuando no tenés resultados, siempre te falta algo. En mi vuelta, la idea era ganar cinco títulos, no uno. ¿Qué me faltó? Haber ganado la Copa, estuvimos ahí dos veces. Y también algún título más...

—¿Quién será capitán?—No sé. Muchas veces no está correspondida a aquellos que tienen el brazo y la cabeza para portarla. A mí me la dieron y traté de responder de la mejor manera. Mal o bien, siempre fui respetado y escuchado por mis compañeros, que es lo que cuenta. ¿Y yo? También escuché y respeté.

—¿Ves un líder?

—El Colo Lussenhoff. Si bien no es de la cuna riverplatense, es un tipo querido y escuchado adentro del plantel. ¿Otro? Eduardo Tuzzio puede ser un referente. Pero darle la responsabilidad a un tipo que no la siente o que conviene que acompañe, es arriesgado.

—¿Cómo reaccionaron cuando te despediste?

—Tuve compañeros que se han ido y al otro día ya no se hablaba de ellos. En cambio, a mí me hicieron sentir querido dentro del grupo. Eso lo valoro.

—¿Te sorprendió la derrota de Boca en la final?

—Y, nunca hay que abrir el paraguas antes de tiempo, esto es fútbol. Es más fácil echarle la culpa a la desprolijidad y a todo eso que a los propios errores y la autocrítica propia. Siempre es más fácil.

—¿Festejaste?

—Yo nunca vendí humo: no me alegro ni festejo las derrotas ajenas. De todas formas, entiendo la alegría de los hinchas de River y de los otros equipos.

—¿Cómo lo ves a Ramón Díaz en San Lorenzo?

—Y, es raro verlo, ¿no? Hace rato que no trabaja, espero que le vaya bien.

—¿Sabe de fútbol?

—¿Quiénes son los dos DT más recordados de la historia de River? Labruna y Ramón Díaz. Dicen que tienen un parecido: uno, que ganaron todo. ¿Lo otro? Averigualo vos, jejeje

—¿Vas a volver a River?—Todavía tengo tres o cuatro años más para dar y después... No digo que voy a volver porque me estoy yendo. No quiero abrir ninguna puerta, eh. Los que estuvieron cerca mío, saben que voy a volver, pero no sé desde qué lugar. Soy socio, y bueno, volveré como socio. River es mi casa.
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"No hay que tirarle todo el fardo a Belluschi"
El Muñeco marca al ex Newell's como candidato a ponerse la 10 y conducir, aunque recomienda no cargarlo con la responsabilidad de ser el líder de un River sin enganche.
—¿A quién le dejás la 10 de River?
—La 10 la puede usar cualquiera que tenga ganas... Esa camiseta tiene mística porque tiene historia, pero no creo que ninguno tenga miedo de ponérsela.
—¿Lo ves preparado a Belluschi para hacerse cargo de la conducción?
—Ahí tenés, Fernando es un tipo que tiene mucho talento para desarrollar, que demostró muy buenos atributos en este poco tiempo que lleva en River. No sé si Fernando es el indicado para agarrar la bandera, porque es un pibe de 23 años... Si bien es verdad que tuvo muchos huevos para ponerse la camiseta de River y rendir desde un principio, llegó hace poco. No sé si tirarle todo el fardo de entrada... Me parece que no es lo mejor.
El Muñeco Gallardo sabe que no sólo deja una camiseta pesada. Deja un estilo. Con su partida, desaparece el enganche en River, un puesto que fue un símbolo del club desde el Beto Alonso hasta Andrés D''Alessandro. De todas maneras, alguien deberá asumir el rol de conductor, de líder futbolístico del equipo. Y ponerse la 10, claro. No sobran los candidatos. Son dos. El primero, por historia y antecedentes, es Ortega. Aunque el Burrito primero debe recuperar su nivel para aspirar a ocupar este lugar. El otro, por presente y proyección, es Belluschi, a quien Gallardo le ve chapa pero no quiere colgarle la mochila. No es una elección sencilla.Igual, el mayor riesgo ya está asumido por Passarella: el River 2007 jugará sin enganche. Y no sólo por necesidad. Lejos quedó ese "a mí me gusta el 4-3-1-2" de principios del 2006. El DT le avisó a Gallardo que, en caso de quedarse, iba a tener que estar diez puntos para encontrar un lugar en el equipo, ya que el 4-4-2 requiere de hombres con otras características. La elección es clara: ni siquiera pidió un enlace como refuerzo.Contra la tradición. El desafío es mayúsculo. No sólo se trata de convencer a los jugadores y de conquistar a los hinchas: fundamentalmente, se trata de salir campeón con otro librito. Un camino aún más sinuoso ya que detrás aparecen dos años y medio sin títulos de la casa.
Esta forma de jugar es la tendencia mundial a la que River venía escapando. Incluso desde principios de la década del 90 los enganches fueron de la casa: Juanjo Borrelli, Ortega, Gallardo, Aimar y D''Alessandro. Por primera vez desde el nacimiento del enganche, River no se engancha con el 10.

domingo, 10 de junio de 2007

¿Gallardo a Colón?


El rumor ilusionó a toda Santa Fé: Leonardo Astrada, técnico de Colón de Santa Fé, habría hablado con su amigo y ex compañero Marcelo Gallardo para sumarlo al conjunto Sabalero para el próximo semestro. Colón ya se salvó del descenso y de la promoción gracias a Astrada (ganó 4 partidos sobre 5 con él en el banco) y el Negro piensa a lo grande para armar el equipo para lo que viene. También se mencionó a Cristian Nasuti y a Ariel Garce, ambos ex dirigidos de Astrada.
En el caso puntual de Gallardo, actualmente es suplente en el PSG y su familia sería la que esta insistiendo para volver al país. La posibilidad de volver a River en este momento aparece como muy complicada, ya que el técnico que lo echó aún continua en su cargo (en Diciembre renuncia), más alla de que reconocio haberse equivocado en sacarlo del club (aunque no publicamente).

jueves, 26 de abril de 2007

Gallardo tenía razón: Belluschi fracasó

Apenas se fue de River, Gallardo dijo que Belluschi no podía ser ni el capitan ni el lider de River, algo que hoy es más que obvio. Ahora que Belluschi esta jugando tan mal, ¿también es porque lo tapa Gallardo? Por que por ese motivo Passarella hizo irse de River al Muñeco...
Esta es la nota en la que anticipó el fracaso de Belluschi como lider de River.

Y esto es lo que dijo en declaracaiones a Radio del Plata:

Yo lo dije apenas me fui: no era bueno darle toda la responsabilidad a Belluschi, desde ningún punto de vista. Y eso se vio en este tiempo". Marcelo Gallardo no habla por despecho sino por conocimiento de causa. El fue el anterior capitán de River, el jugador en el cual giraba todo el equipo, la figurita difícil. Y lamentablemente para River, sus premoniciones se cumplieron: a Belluschi lo sobrepasó la situación, al punto de que hoy ya empieza a discutirse si se sobrevaluó al volante o si Passarella magnificó sus cualidades. "Fernando es un chico que llegó hace poco, que tenía y tiene mucho para darle al club pero lo sostengo: no era bueno darle tanta carga tan rápido", subrayó el Muñeco en radio Del Plata un rato después de reconocer que lo había sorprendido la eliminación de River en la primera rueda de la Copa. "Es duro levantarse luego de eso", fue otra de las predicciones de Gallardo, hoy suplente en un PSG que pelea por no descender en Francia. Y antes de aceptar que le gustaría volver como entrenador, Gallardo volvió sobre un tema que le cuesta superar: su salida. "A Daniel le convenía que me fuera desde lo táctico y a mí desde lo futbolístico".

Fuente: Diario Olé.

sábado, 14 de abril de 2007

Archivo # 1: Entrevista a Gallardo en el Apertura 2005


En Octubre de 2005, cuando River jugaba ese Apertura en el que renunció Leo Astrada, agarró Mostaza y estaban los rústicos Talamonti, Loeschbor, Alvarez, el ahora resucitado Galván y River parecía que se prendía fuego, el Muñeco sacó pecho y dio esta entrevista al diario Olé. Acá algunas respuestas y la columna de Leo Farinella, el Defrentista de River en Olé.
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En 1986, cuando Alonso levantó la primera Libertadores de River, Marcelo Gallardo tenía apenas 10 años, edad de alcanzapelotas. En el 96, cuando le tocó el turno a Francescoli, el Muñeco era un pichón de 20 que se curtía en un plantel de estrellas, a veces adentro de la cancha y otras tantas en el banco. Hoy, a los 30, la mascota del equipo es Nahuel, su hijo. Y él es el capitán y buque insignia de un River que en el 2005 trastabilló más de lo que gozó; y que se quiere reforzar con figuras a final de temporada para que se cumpla la profecía de los años terminados en seis...

—¿Pero tu prioridad es Europa o jugar la Copa?
—Tuve la posibilidad de irme en junio y no lo hice. Mi deseo es quedarme, ser partícipe de una propuesta futbolística importante.
—¿Adiós Europa?
—No cierro ninguna puerta, porque uno a veces es esclavo de sus propias palabras. El deseo de quedarme existe, pero no puedo asegurarlo porque no sé qué puede pasar el día de mañana.
—¿De qué depende?
—Del entusiasmo de todos de poder generar algo importante para el año próximo. Si se piensa de esa manera, no tengan dudas de que seguiré aportando lo mío.
—¿Porque todavía te imaginás levantando la Copa?
—Quiero quedarme, y ganarla, ganarla...
En las últimas dos estuvimos muy cerca, nos quedamos en la puerta. La primera, contra Boca, se definió por penales. En la segunda, el San Pablo nos ganó bien en el Monumental.
—¿Hoy River es rústico?
—Mirá, cuando éramos los Galácticos, así terminamos, no como todos esperaban. Siempre se ponen esos nombres. Al Real Madrid le dicen Galácticos y en los últimos dos años no han podido ganar nada. River no es un equipo rústico, lo califico como un River de bajo perfil. Que pone el pecho y el hombro a la situación. Hay equipo para estar mejor.
—¿Y es Gallardodependiente?
—No. Es más: contra Newell''s jugué realmente mal y el equipo tuvo uno de sus mejores partidos. Eso es lo que esperamos todos: ni mis compañeros quieren que el equipo juegue bien cuando yo lo hago, ni quiero que todos estén esperando que yo... Lo ideal es que el conjunto rinda con una importancia mayor dentro de lo que pudo haber sido mi juego. Si yo juego mal, que el equipo igual responda.
—¿Y existió tu decisión de que Ameli no...
—(Firme) No puedo salir a desmentir todas las pelotudeces que se dicen. Me hicieron cargo de una decisión que yo no tomé.
—Pero sos un histórico.
—Quizás un referente...
—¿Cuál es la diferencia?
—No me pongo a pensar lo que puede significar la palabra histórico. Puede ser que lo sea porque nací en el club, por los años que llevo acá, porque hay muchos chicos que están muchos años en el club y no terminan de tener una carrera importante dentro de River, y terminan siendo históricos pero no conocidos, o anónimos. Pero creo que uno termina siendo histórico no por haber estado desde fútbol infantil sino por permanecer dentro del espíritu riverplatense a lo largo de toda tu vida. Va más allá del fútbol. Es lo que cosechaste en todo el tiempo que estuviste en el club...
—¿Te sentís ídolo de River?
—No me siento ídolo. El ídolo ocupa muchas cosas, es una palabra muy grande. El ídolo tiene que alimentar ese término que tanto significa para el hincha.
—¿Qué te falta para serlo?
—De alguna manera la gente te hace sentir ese cariño y yo siempre trato de alimentar ese afecto.
—Labruna, Alonso, Francescoli... ¿por qué no Gallardo?
—A comparación de nombres que son muy significativos dentro de la historia del club, yo me considero una personita. Claro que me llena de orgullo que haya gente a la que uno hace feliz a través de algún pase o una jugada.
—¿Tras la eliminación con el San Pablo le pediste a Astrada que siguiera como técnico?
—No es que salí a darle un apoyo más allá de... Eso fue doloroso para todos por haber perdido la chance de jugar la final de la Copa. Y en un momento doloroso, a uno a veces le pueden pasar cosas por la cabeza. Las personas se acercan cuando las cosas funcionan bien, pero como capitán y como amigo, le dije que si estaba convencido de seguir, que siguiera, que no dudara. Todos íbamos a tirar del carro. Pero no fue que tuve que ir a respaldarlo. Lo que pasó fue muy duro. Al que no le dolió simplemente fue porque no le pasaba nada por las venas.
—¿Y qué opinás de Mostaza? ¿Es un entrenador defensivo?
—Mirá, Mostaza agarró un equipo que ya estaba en competencia, con el que no había trabajado en la pretemporada y trató de acomodarse al grupo de jugadores que había. Tiene la intención de que a River le vaya bien y que juegue mucho mejor. Lamentablemente algunos resultados no lo ayudaron ni a él ni a nosotros.
—¿Vas a ser DT en el futuro? ¿Planificaste tu carrera?
—No planifico el futuro, pero sí me voy preparando. Vivo el día a día de la mejor manera posible y quiero disfrutar del fútbol al máximo. Sé que en algún momento esto se termina y tendré que empezar una etapa nueva de la vida, ligado o no al fútbol.
—¿Cómo te preparás?
—Desde hace un tiempo abrí la cabeza para otras cosas, posibilidades para el día de mañana, proyectos en la mente que te generan entusiasmo. Vas guardando cosas que te pueden servir. No quiero vivir sólo de algo que se va a terminar y que luego no sabés qué hacer. No quiero que me agarre el día después y me pregunte "¿y ahora qué hago?", porque tengo la experiencia de otros compañeros que han sufrido muchísimo... Algo voy a sufrir, pero mirá que faltan años, eh.
—Y luego, ¿entrenador?
—Me gustaría ser entrenador, y si el día de mañana se presentara la oportunidad, quiero tener un título guardado. No es que empiezo el curso para retirarme el año que viene. No. Pero ser DT es una de las cosas que me pueden motivar para seguir ligado al fútbol.
—¿Qué filosofía futbolística tendrían tus equipos?
—No me ataría a ningún sistema, pero para ser exitoso tenés que ganar. Mi ideal de equipo sería con dinámica y buen pie.
—¿Antes te ves en el Mundial?
—No me ilusiono demasiado cuando juego dos partidos bien y todos empiezan a hablar sobre una posible chance. A ver... No pierdo las esperanzas, pero los plazos cada vez se acortan más.
—¿Pero no soñás con estar entre los 23 de la lista?
—Todavía tengo un pequeño sueño: jugar mi Mundial. Nunca me cierro las puertas la Selección y dentro de las posibilidades que tenga, voy a pelear desde mi lugar. Hoy mi lugar es River. Yo ya fui a dos mundiales, pero este sería "el" Mundial. Estar bien y jugarlo. Lo digo con total sinceridad, a lo largo de mi carrera nunca me sentí mejor que ahora, estoy en plenitud física y mental, me siento realmente muy bien.
—¿Pesa la 10 de River?
—La 10 de River tiene peso propio, pero no me generó ningún tipo de presión extra, siempre me lo tomé con naturalidad. Es la gente la que reconoce si sos capaz o no de llevar esa camiseta..
—¿Quién fue tu 10?
-¿Quién va a ser? (Se ríe) Maradona... Nos conmovió a todos, fue un grande de verdad.
—¿Y uno más terrenal?
—Siempre me gustó Bochini, quien me despertaba admiración desde chico. En un fútbol donde todo se hace difícil, Bochini era la simpleza, el don para hacer las cosas fáciles. Yo admiraba eso. No pude verlo a Alonso, porque cuando dejó el fútbol, yo tenía 10 años. Me hubiese gustado disfrutar del Beto, por todo lo que le dio a los hinchas de River. Aunque sé lo que hacía por los videos de sus goles, sus títulos, la Copa...
—¿Ahora vas por tu Copa?
—Ojalá. Repito: quiero ganarla.

jueves, 22 de febrero de 2007

PSG pasó a octavos de la UEFA

Con Gallardo con la camiseta # 2 (en el torneo frances usa la 10) el PSG le acaba de ganar 2-0 al Aek Athens (mismo resultado que en la ida) y se clasifico a los octavos de final de la copa UEFA. En esa instancia jugará contra el Benfica. El partido de ida será el 8 de Marzo.

domingo, 18 de febrero de 2007

Otro gol de Gallardo en el PSG (y el video del gol)



Ayer, por Le Championnat, Marcelo Gallardo convirtió su segundo gol en Francia.
El PSG goleó al Nancy 3 a 0, y el Muñeco metió el tercero a los 88 minutos del segundo tiempo.


viernes, 16 de febrero de 2007

Gallardo en Olé: "Passarella no se opuso para nada a que me fuera"


"Passarellera no se opuso para nada a que me fuera"

El Muñeco cuenta desde Francia por qué se fue de River y que hace mucho que no habla con el DT. Ah, hoy no es 10 sino que juega en un 4-4-2, como el del Kaiser...
Mide cada respuesta, pero no por especulador sino para contestar con precisión, la misma que lo caracterizó siempre adentro de la cancha. Genera cortos silencios, muchos. Algunas risas, unas menos nerviosas que otras, cuando se tocan determinados temas. A veces mira fijo, analiza. No se guarda nada. O sí, tal vez algunas palabras más duras, las mismas que habrá dicho en la intimidad, en confianza. Marcelo Gallardo hoy deambula por las calles de París, se lo ve y se lo escucha contento con este revival, con esta vuelta a la Ciudad Luz y al Paris St. Germain. Ahí, curiosamente no está jugando como 10 sino por la izquierda. ¿Lo hubiera puesto Passarella ahí, con la idea de cambiar de esquema? "Yo trato de crear juego a partir de ese sector, ya había jugado en esa posición", explica el símbolo de River.

-¿Esperabas estar acá cuatro meses atrás?
-No porque sea yo siempre trato de vivir los momentos a través de cómo se van presentando. Esto se dio al final del torneo y me parecía una buena posibilidad. Antes había tenido otras que no me convencían para irme. Ahora pensé que no podía decirle que no a tener la chance de una experiencia europea en un club prestigioso. Antes siempre me decidía por el aspecto humano, la familia y todo lo demás. Pero ahora lo hablamos muy bien con mi señora y tenía ganas de venirme.
-Pero no me vas a decir que no influyó tu situación en River.
-Los momentos muchas veces tienen que ver y otras no tanto. Normalmente pasa que cuando estás en un buen momento, las oportunidades te llegan. Mi momento en River no me parecía malo, si no, no llegaba esta oferta.
-¿Pero aunque no jugaste varios partidos?
-Yo nunca me sentí suplente en River.
-Con el 4-4-2 quedaste afuera de un súper.
-Bueno, pero... siempre me sentí titular, un jugador importante en el plantel. Si me quedaba, me iba a sentir de la misma manera por más que por ahí el sistema hubiese cambiado.
-Y te hubieras adaptado como ahora...
-Yo pienso que sí. Por ahí el técnico de turno no sé si hubiese pensado lo mismo, en este caso Passarella no sé si hubiese pensado lo mismo, si me podía adaptar a esa posición.
-¿Te dijo algo Passarella cuando le contaste que tenías una propuesta?
-Le dije que tenía una posibilidad de irme y él no se opuso para nada. Me comentó que la idea de él era arrancar este campeonato con un sistema diferente. Nada más, o sea...
-Te lo comunicó y lo dejó en tus manos.
-Primero lo comuniqué yo.
-Pero él no te quiso retener, es así.
-Claro, exactamente... no hay nada... tampoco había mucho para aclarar, eh... para decir. Me parecía lo más correcto tomar la decisión, de poder, de poder (lo dice dos veces) hacer una experiencia europea. Viendo cómo se presentaban las cosas me parecía lo mejor, no hubo ningún problema, nada bajo de la alfombra ni nada por el estilo para andar aclarando o diciendo nada que no tuviera nada que ver (sic).
Sin levantar el tono de voz, cara a cara, fue el momento más tenso de la charla con el Muñeco, cuando habló especialmente del Kaiser. Justamente el padrino de su hijo Nahuel, de ocho años, quien en un momento se sumó al ida y vuelta.
-¿Te fuiste mal?-No, no...
-Eras un bastión de él, desde siempre, y al final no te daba mucha importancia...
-Pero yo hice mi punto de reflexión antes de jugar con Libertad, después del Mundial, que había hecho público que era posible que no siguiera... Daniel me dijo ''Para mí sos el más importante del equipo, no te podés ir y te necesito''.
-Ahora cambió.
-Sí, bueno, pero habrá que preguntarle a él, no a mí. Ahora vieron que tenían ganas de irme, por ahí, y en todo caso no se opuso para nada a que me fuera.
-¿Hablaste con él en este tiempo?
-No, con Passarella no hablé. No hay nada. Acá estoy contento donde estoy y nada más, nada para decir al respecto.
-¿No haber jugado el súper te golpeó mucho?
-Eh... te golpea como a cualquiera que pueda jugar un clásico. No pasa por trayectoria, pasa por cuestión de rendimiento. Si te sacan por bajo rendimiento está perfecto, aunque no lo compartas. El apostó a un cambio táctico, me dijo que era el mejor jugador que tenía pero que no me podía poner en ese partido, me pareció un poco contradictorio pero lo entendía.
-¿Para vos se superponían con Belluschi?
-Prefiero no opinar porque algunos se pueden enojar... que dos jugadores de características diferentes pero con virtudes técnicas parecidas no puedan jugar en un mismo equipo, me causa gracia, pero bueno... habría que preguntarles por qué a los que opinan diferente. Eso de superponerse no lo entiendo, quiere decir que van los mismos dos hacia la misma pelota, uno atrás de otro y se chocan. No sé... eh.
-¿Pensás que lo podían seguir trabajando?
-Totalmente, pero bueno, yo con los que juegan bien me entendí siempre. Podíamos jugar mucho mejor, seguramente. Decían que yo le quitaba protagonismo y nada que ver. Me causa risa que no pudiéramos jugar juntos.
-Ahora Belluschi es el capitán. ¿Lo ves como símbolo después de tu alejamiento?
-Me parece que hoy River tiene un equipo competitivo y eso hace que la confianza que le brinda a Passarella a Belluschi sea importante. El cree que el jugador está capacitado para ocupar cierto rol y yo coincido, tiene mucho talento y lo puede demostrar. Lo que pasa es que cuando a un jugador que por ahí no está capacitado para cargar con tanto peso, si le das todo el peso el jugador no sé cómo lo puede recibir. Y River tiene... tiene muchos jugadores como para repartirse el poderío... el poderío futbolístico. Así que Fernando es un pibe muy bueno, prácticamente no habla afuera del campo. En ese sentido por ahí es mucho, pero adentro es uno de los encargados de agarrar un rol importante.
-¿No está para asumir ese rol en el vestuario?
-Eso es sabido, es un pibe que prácticamente no habla mucho. Hay diferentes personalidades, él es uno de esos tipos buenos.
Parece que en París se mueve como si andara por la Capital y está a punto de salir a cenar con su flia. Cuenta que sus dos hijos ya están en el colegio y que el tercero, de siete meses, aún ni gatea. Y sigue dispuesto a hablar. Ahora de Merlo. "Hicieron creer que lo había echado yo y es mentira", afirma.
-¿Le hiciste un planteo y se fue?
-Fue así, no hay otra. Lo que pasa es que hacer un planteo como ése, en el fútbol, es una de las cosas que no está bien vista. Si no, me quedaba de brazos cruzados y me iban a aplaudir jugara como jugara.
-¿Te equivocaste?
-No, no hice nada malo, la verdad es que yo no pensaba que iba a renunciar.
-¿Por qué hace dos años y medio que River no gana un título?
-Cuando un club está acostumbrado a ganar algo todos los años, hay que preguntarse, hay grandes signos de interrogación. Qué sé yo, faltó el plus, nos pasaron cosas en el medio. Teníamos el mejor equipo en el 2004-2005 y perdimos dos semis de Copa con un plantel muy rico. Me detengo a pensar un poco y seguramente hay varios puntos donde podés profundizar, pero tampoco quiero hacerlo.

sábado, 10 de febrero de 2007

Primer gol de Gallardo en el PSG



Hoy, el PSG le ganó al Mónaco por 4-2, y el Muñeco metió el 3-1 parcial. Justamente contra el equipo en el que jugo desde 1999 hasta el 2003. Fue su primer gol en esta etapa en Francia, y el gol nº 18 por la liga francesa en su carrera.










sábado, 13 de enero de 2007

Marcelo Gallardo debutó en el PSG de Francia: 3-0 al Nimes

El Muñeco Marcelo Gallardo debuto en el PSG, el domingo 7 de Enero, por los 32º de final de la Copa de Francia. Fue contra el Nimes, al que vencio comodamente por 3 a 0.

El técnico Guy Lacombe le dio la titularidad pese a los pocos entrenamientos con el equipo francés, demostrando la confienza que tiene el PSG en Gallardo.

Los goles del PSG los hicieron Bonaventure Kalou (a los 10 del primer tiempo y a los 14 del segundo) y Pedro Pauleta (a los 23 del primero). Con este resultado el PSG clasifico para los 16º de final de la Copa de Francia, copa de la que es el actual campeón. Luego de 66 minutos en cancha, el Muñeco se fue reemplazado con el partido liquida y el 3-0 consumado. Sin dudas un debut auspicioso el de Gallardo.

La fina estampa del Muñeco.

El Muñeco le contó al diario Olé sus sensaciones tras el debut:

"No esperaba jugar tan rápidamente. Pero más allá de eso, anduve bastante bien, me metí en el equipo, me la pasaron bastante, estuve a cargo de las pelotas paradas y participé del 2-0".

"Acá el DT me puso de enganche. Jugamos con un 4-3-1-2. Mi puesto no cambió mucho en relación con River. Lo conversé antes del partido: en otras ocasiones volverá a ser 4-4-2, pero no tengo problemas como tampoco los tenía antes".

"El PSG posee jugadores para aspirar a más. Ahora hay que empezar a ganar y subir en la tabla. Eso sí, hay que mejorar en todos los aspectos".


El día de su presentación. Los franceses le dieron la 10.


lunes, 8 de enero de 2007

El capitán tiene quien le escriba


El primer blog del gran capitan, Marcelo Daniel Gallardo.